La UISE responsabilizó parte al Gobierno Nacional sobre el aumento del boleto del transporte público

“La interpelación es la última instancia y no hubo siquiera un pedido de informes de manera previa”, entendió el presidente de UISE.

“Es un planteo casi demagógico que se sumó al clamor popular por la situación compleja que atraviesan no sólo Ushuaia y la Provincia sino el país, pero no buscaba soluciones, que es lo más importante que hay que ofrecerle a la comunidad. Son momentos de zozobra en términos sociales y recurrir a la demagogia sólo como un elemento opositor no me parece prudente y no me parece responsable”.

Aramburu agregó que “sería bueno que se diga toda la verdad, que el transporte público es deficitario en el mundo y lo es por ende en el país”.  

En cuanto a la determinación del nuevo valor del boleto del colectivo,  dijo que “es resultado de la conjunción de varios factores” y entre ellos “la quita del subsidio nacional es una parte del impacto”.

Además, recordó que “hace dos años no existe más el subsidio provincial a nivel Tierra del Fuego” ya que “el Gobierno de la Provincia decidió correrse del fondo compensador y desde entonces al subsidio sólo lo soporta la Municipalidad”. 

A esto sumó que hay otros componentes un poco más graves que responden a decisiones hasta de corte ideológico. “Entiendo que el Gobierno nacional ha decidido que el mercado maneje los distintos servicios, entre ellos el transporte, y casi niega la participación del Estado sin importar la función social que puede tener el servicio”, evaluó Aramburu.

“El Gobierno nacional considera que ciudades de menos de cien mil habitantes no deben tener transporte público”, amplió, y en ese contexto, “hay ciudades con valores superiores a los 800 pesos, lo que habla de una realidad común en todo el país, y hay ciudades que directamente levantaron el servicio público de transporte o analizan hacerlo”.

“En Ushuaia hay una decisión del Municipio de sostener un servicio a la comunidad y es una decisión política”, dijo Aramburu y enfatizó que “ninguna tarifa se incrementa sin que previamente haya una audiencia pública en la que se explique a la comunidad el porqué de la necesidad del reajuste”, y en el caso del boleto de colectivo “hubo dos audiencias y el motivo de posponer la primera fue que en el interregno fue fluctuando la ecuación económica a partir de las medidas que se tomaban a nivel nacional, particularmente la liberación de precios”.

El titular de UISE sostuvo que “se habla de los 800 pesos, pero la realidad es que el costo es de 1.500 y 800 pesos es la tarifa. Ahí está la diferencia de que esté o no el Estado presente. Cuando hablamos de 800 pesos es el sacrificio que se le pide a la gente, porque la diferencia para llegar a los 1.500 pesos la absorbe íntegramente el Estado municipal como subsidio general a toda la comunidad. La constitución de costos se explica en función de los costos fijos y de otros que fluctúan, como son los combustibles, lubricantes y repuestos que subieron entre el 100 y el 500%. Llegar a un boleto de 800 pesos tiene que ver con un equilibrio entre hasta qué punto puede soportar el usuario y hasta qué punto subsidia el Estado municipal a toda la ciudadanía, que en este caso llega a casi la mitad sin auxilio de ninguna naturaleza, ni del Estado nacional ni provincial”, explicó.